Se suele decir que el tiempo lo cura todo... O por lo menos, lo hace más soportable. Después de medio año con dolores, fisios, médicos, rehabilitaciones, diagnósticos erróneos, ensayos de prueba y error, suplementos alimenticios y muuuchos cubitos de hielo, he conseguido mi objetivo: poder volver a apretar los cantos. La inflamación sigue ahí (por cierto, no era del tendón, sino de la articulación, yo te maldigo traumatólogo incompetente), pero ya no duele ni se agarrota, solo noto un ligero pinchazo al tocarme y, lógicamente, algo de miedo a la hora de tirar de bidedos. Pero creo que por fin voy a poder volver a disfrutar de esto... ahora toca recuperar todo lo físico y lo psíquico que he perdido durante este medio año, que es mucho.
